Un aire de misterio, de estar haciendo algo prohibido, de quebrantar todas las normas establecida sentimos y hermana Mayte y yo cuando de “estrangis”fuimos a alquilar una fría noche de invierno “El día de la Bestia” al videoclub… Habíamos oído hablar de ella, pero en nuestro subconsciente esperábamos una película de terror, con ese toque satánico que toda la imaginería alrededor a ella prometía… Imaginad la cara de gilipollas que se nos quedo cuando según transcurrían los minutos, pese al aura de maldad que despedía la película, lo único de lo que teníamos ganas es de reír.
El resto fue convertirnos directamente en fervientes admiradores de esta película. Yo seguí viendo más películas bizarras y mi hermana alquiló “Ameli” y se le jodió el gusto ¬¬