Monthly Archives octubre 2014

Yo de pequeño quería ser piloto de aviones ya que mi abuelo era mecánico de aviones de combate, pero claro como uno esta más ciego que un perro por el culo… e tuve que quitar rápida la idea de la cabeza. Imaginaos ahora lo que me jodía cuando veía a otros chavales montar en avión… ¡¡¡odio eterno!!!. Y sin embargo la retahíla de películas enfocadas a la aviación me molaban un montón, ya fuera el Trueno Azul, Top Gun o Águila de Acero.

Para despegar el avión pulsa: a+b+b+arriba+arriba+abajo y medialuna…

 Esta era de ese tipo de pelis que te hacían sentir mayor y que tus actos podían tener su consecuencias en la sociedad pese a que tuvieras 12 años (edad a la que la vi más o menos) y nunca hubiera conseguido hacer volar nada más intrincado que aviones de papel con alerones...

“¡¡¡Tio, Tio, Tioooooo!!! ¡¡Que hay una película de Warhammer en el cineeeeee!!!”

No recuerdo el pecador, pero si el pecado de descubrirme esta saga a grito “pelao” en el 93, un compañero de clase en el patio del colegio. Y es que por aquel entonces en mi cole estábamos metidos de lleno en el universo de las miniaturas y de los wargames, y claro que algo con tal semejanza fuera al cine hacia que nuestras hormonas aún durmientes para temas de chicas… estuvieran como locas con respecto a todo lo que pudiera tener esqueletos, vampiros y cualquier “mostruo” fantástico (lo más cachondo es que algunos seguimos igual…)

Típica escuadra de Esqueletos del ejercito de no-muertos que se movían como Chiquito de la calzada

 Como ocurría en aquellos años mi descubrimiento de las películas...

Aún hoy cuando voy por el bosque miro al cielo y pienso en Max… y en su promesa de que algún día nos volveríamos a ver, sobretodo por que le deje una cinta de 90 de la Spook Factory y el cabrón se la llevo en la nave…

El vuelo del navegante es la primera de las películas que recuerdo donde el misterio, la fantasía y la ciencia ficción se unían en un cocktail infalible que nos obligaba a permanecer sentados frene al televisor, para regocijo de mis padres, y con la que fantasea de que pudiera ser verdad. Y es que pese a lo fantástico de la película en aquella época no era raro escuchar en los corrillos de leyendas urbanas del colegio historias parecidas que le habían ocurrido al primo de un amigo que siempre vivía fuera…

Supuesta foto tomada con la cámara de mi amigo Jose en ...